WASHINGTON.- Thomas Jackson, jefe de la Policía de Ferguson (EE.UU.), donde murió un joven negro tiroteado por un policía blanco en 2014, renunció hoy tras un informe negativo del Departamento de Justicia sobre la policía de esa ciudad de Misuri, confirmó a Efe un portavoz del ayuntamiento.
En un comunicado, el ayuntamiento explicó que "la ciudad de Ferguson y el jefe de Policía, Thomas Jackson, han acordado de forma mutua separarse, lo que implica la dimisión del jefe de Policía",
La dimisión se hará efectiva el 19 de marzo, precisó el comunicado.
La renuncia se produce después de que el Departamento de Justicia acusara la semana pasada a la Policía local de actuar guiada por prejuicios raciales, incurrir en un "patrón de uso excesivo de la fuerza" y utilizar su autoridad como "herramienta recaudadora".
Jackson se convirtió en objeto de las iras de la comunidad negra de Ferguson después de que el policía blanco Darren Wilson matara a Michael Brown, de 18 años, en agosto pasado en circunstancias poco claras, lo que provocó graves disturbios raciales.
En su comunicado, el ayuntamiento explicó que, tras su renuncia, el jefe de Policía recibirá varios pagos y seguro médico por un año.
El encargado de sustituir de forma temporal, a partir del 19 de marzo, a Jackson será el teniente coronel Al Eickhoff, aunque el Ayuntamiento seguirá buscando a un jefe de policía para ocupar el lugar de Jackson.
El fiscal general del país, el primer afroamericano en ocupar el puesto, Eric Holder, dijo la semana pasada de que tomaría todas las medidas oportunas para reformar el Departamento de Policía de Ferguson y no descartó desmantelarlo por completo.
El jefe de la Policía ha estado en el punto de mira desde la muerte de Michael Brown, que iba desarmado, a manos de Wilson, que asegura que le disparó por miedo y que la semana pasada quedó exonerado de todos los cargos.
Jackson divulgó en septiembre del año pasado un vídeo en Youtube titulado "Lo siento mucho", para pedir disculpas a la familia de Brown.
En el vídeo, el jefe policial dijo "sentirse responsable" de la actuación de los agentes y pidió perdón a los manifestantes pacíficos que ejercían su derecho constitucional a la protesta.
La marcha del jefe de Policía se suma a la anunciada este martes por el administrador de Ferguson, John Shaw, encargado de supervisar a la Policía local, y la renuncia un día antes del juez municipal, Ronald Brockmeyer, también como consecuencia de las críticas del Departamento de Justicia a su gestión.
La muerte de Michael Brown reabrió el debate racial en Estados Unidos, donde la muerte de otros afroamericanos, como Eric Garner a manos de agentes policiales de Nueva York, ha llegado a cuestionar el modelo de actuación de la Policía.
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